¿Puede mi perro contagiarse de HIC?

Todos los perros tienen riesgo, sin embargo, los cachorritos y los perros que no han sido vacunados son los  mas susceptibles de adquirir la infección.

 

¿Cuáles son los signos clínicos de la HIC?

Los signos de la HIC no son característicos de esta enfermedad por lo que pueden confundirse con otras enfermedades infectocontagiosas.

Algunos signos son:

Decaimiento, falta de apetito, fiebre, conjuntivitis, temblores, convulsiones, paresias, vómitos y diarrea que en ocasiones puede ser sanguinolenta.

Después de sufrir la enfermedad, algunos perros muestran una afección característica  de los ojos, en el que hay edema bilateral de córnea, conocido como ojo azul. La cuarta parte de los perros afectados por esta

enfermedad, presentan una opacidad transitoria de córnea (queratitis intersticial),

que puede degenerar en úlceras corneales.

 

¿Cómo se diagnostica y se trata la HIC?

El diagnóstico definitivo de la enfermedad puede ser difícil y requiere de métodos

muy sofisticados.

El tratamiento de esta enfermedad es sintomático consistiendo en la rehidratación

del paciente, aplicación de vitaminas, protectores hepáticos, antibióticos adecuados

e inmuno-estimulantes.

 

¿Cómo se previene la HIC?

La Hepatitis Infecciosa Canina se puede prevenir con la aplicación de la vacuna adecuada a partir de los dos meses de edad y revacunando cada año.

• Nunca dejes salir a tu mascota sola a la calle.

• Asegúrate de que tu mascota reciba atención médica si es que notas algún cambio en su comportamiento o en su estado corporal.

• Si tu mascota no esta vacunada no permitas que tenga contacto con otros perros o con secreciones tales como orina, saliva, sangre o heces de otros perros.

• Recuerda que la salud de tu mascota depende únicamente de ti.

 

Resumen

• La HIC afecta a perros de todas las edades.

• Vacuna a tu mascota a partir de los dos meses y refuérzalo cada año.

• Después de sufrir la enfermedad, algunos perros muestran una afección

característica  de los ojos que puede degenerar en úlceras corneales.

• Los daños más frecuentes son en el hígado, los riñones y los ojos.

• Asegúrate de que tu mascota reciba atención médica si notas algún cambio

en su comportamiento o en su estado corporal.

• El tratamiento de esta enfermedad es sintomático.